Ignacio Stampa volverá a Madrid tras terminar su máster sobre corrupción en Lanzarote

“HE APRENDIDO CON LOS MEJORES”, ASEGURA

El fiscal Ignacio Stampa ha dado por concluido el máster de especialización en corrupción que llevaba desempeñando en Lanzarote desde 2004. “Cuando uno quiere ir a la mejor universidad para estudiar Administración de Empresas elige Harvard o Stanford. Cuando quieres ir a la mejor en Derecho, vas a Yale. Y cuando quieres ir a la mejor escuela de corrupción, vienes a Lanzarote”, dijo el fiscal después de saber que prestará sus servicios en la Fiscalía Anticorrupción de Madrid, una recompensa que entiende lógica “por la calidad de lo aprendido en esta isla”.

Según Stampa, “Lanzarote era una especie de leyenda urbana cuando llegué, pero pronto descubrí que era cierto lo que contaban: es el paraíso de la corrupción. De otra forma no se entiende que, en tan poco tiempo y en un lugar tan pequeño me iba a encontrar casos tan flipantes como Yate, Unión, Stratvs o Montecarlo. En ese sentido, le estoy muy agradecido a esos monstruos de la delincuencia que me han enseñado tanto como José Francisco Reyes, Dimas Martín o Juan Francisco Rosa. Sin ellos no hubiese progresado tanto y siempre los recordaré por todo lo que me han aportado”.

El paso a la Fiscalía Anticorrupción de Madrid le supondrá a Stampa jugar “en la Champions” de la corrupción: caso Malaya, Noos, Gurtel, Pretoria, ERES de Andalucía... “Es un sueño para alguien que empezó de abajo y sobre todo un reconocimiento a la buena labor desempeñada en la isla, pero es justo decir que en un lugar como Lanzarote, donde la corrupción ha encontrado en el urbanismo y el turismo un caldo de cultivo perfecto para desarrollarse, es mucho más fácil aprender lo necesario para llegar a la cumbre”.

Además, estos doce años de formación contínua podrían salirle prácticamente gratis a Stampa de prosperar la demanda interpuesta al pseudo-periodista Francisco Chavanel, que podría tener que indeminzarle con 300.000 euros por su conocido culebrón difamatorio anti-Unión. “Yo la llamo la beca Chavanel”, comenta Stampa en tono jocoso, “porque espero sacar algo de uno de los inconvenientes de haberse enfrentado a la mafia local, como es que tienes que aguantar la vomitona de sus mercenarios periodísticos. Si gano el pleito, prometo venir a la isla de nuevo para brindar por el buen periodismo y por la decencia con una botella de vino Stratvs”.

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