San Ginés se bebe un litro de agua depurada para mostrar al mundo que no hay riesgo para la salud
FUE INGRESADO DE URGENCIA POCAS HORAS DESPUÉS
Cincuenta años después del famoso baño de Manuel Fraga en Palomares, Pedro San Ginés recordó aquella imagen el pasado viernes al darse un chapuzón en una balsa de aguas depuradas, tras presentar el informe elaborado por la Universidad de La Laguna sobre el uso agrícola de las aguas desaladas y depuradas. El presidente del Cabildo invitó a los tres expertos que presentaron el informe a probar el agua, pero estos rechazaron la oferta alegando que tenían la piel “muy sensible” y que además “ya se habían duchado por la mañana”.
Por si fuera poco, y tal como rezaba el titular de Lancelot digital (“Las aguas depuradas casi se pueden beber”), San Ginés se atrevió a ingerir un litro de agua “regenerada de última regeneración” mientras aseguraba que el trabajo de Canal Gestión Lanzarote estaba siendo tan profesional que no tenía ningún temor de hacerlo. “Sería de género tonto dudar de la labor de estos héroes de Canal Gestión que han venido a salvar Inalsa y a salvarnos a todos”, dijo el presidente.
“Los que dicen que los niveles de Boro son demasiado altos o que el índice de Langellier indica que el agua es muy corrosiva, o quienes afirman que aún se producen picos de E.Coli en las aguas depuradas son una panda de envidiosos que se niegan a reconocer el trabajo eficiente y brillante de Canal Gestión, para quien trataré de recuperar todas las desaladoras privadas de la isla aunque eso me cueste la enemistad de los chicos de Asolan. Lo primero son mis hermanos del Canal”, dijo San Gines tras beberse el agua.
A las 7:45 de la mañana del sábado, el presidente fue ingresado en el Hospital Molina Orosa con el siguiente cuadro clínico: cólera, diarrea, fiebre tifoidea, enterobiasis, poliomielitis, ascariasis, sarna, impétigo, tracoma, esquistosomiasis, dracunculiasis, filariosis, malaria, ceguera del río, fiebre amarilla y dengue. “Me pica, me pica, me cago, me cago, me cago en Canal Gestión”, gritaba San Ginés al médico de urgencias.
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