Rita se retrata

En una conocida editorial con sede en Barcelona, en la que se estaba imprimiendo ya las últimas páginas del libro “Antología del disparate”, han mandado a parar máquinas para incluir, con un aviso en portada, las declaraciones que hizo este año en Fitur la todavía consejera conejera cojonuda de Turismo del (des)Gobierno de Canarias, Rita Lonario.

Con su habitual desparpajo y don de lenguas, la ex dirigente de ASOLAN –y arrasan-, metida ahora en el papel de zorro al cuidado de las gallinas, dejó dicho una serie de sus habituales y pomposas naderías en una emisora de radio nacional, que ha provocado la carcajada en (casi) toda la prensa regional (excepción hecha de la que publica habitualmente costosos publi-reportajes para el autobombo de Rita, apodada también como “la cantaora”), y tiene ahora mismo a reputados lingüistas, egiptólogos y otros expertos en descifrar el contenido real –si lo hubiera- de los artículos de Mela Armas, estudiando en profundidad los aparentes disparates de la militante o militonta pepona, por si se escondiera algún mensaje oculto o cifrado.

A juicio de los estudiosos, parece humanamente imposible decir más simplonadas por segundo, hasta el punto que alguno de los especialistas se ha planteado la posibilidad de que estemos ante una humana abducida o de una extraterrestre convencida de que en Marte falta oferta especial o espacial complementaria para atraer turismo de calidad.

Rita Lotario, que se jacta de políglota (lo cual confirma la teoría de que se puede ser tonto en varios idiomas), largó sus habituales perlas de fina oratoria en ese infralenguaje pijo-campurrio que tanto caracteriza a la sandunguera consejera, repleto de palabros que parecen querer decir mucho y no dicen nada. Por respeto a sus lectores, y para no herir sensibilidades, El Agitador no reproduce ninguno de los hallazgos lingüísticos de esta paisana lanzaroteña que nos hace sentir vergüenza ajena a todos los conejeros cada vez que abre la boca. Pero queda claro que si la principal industria de Canarias la ponemos en manos de alguien como Rita, nos merecemos toda la crisis turística que nos caiga encima. Y decimos lo mismito que exclamó ella cuando la llamó Paulino El Grande y le propuso asumir tamaña y tan alta responsabilidad política:

-Supermegafuerte, tía. O sea. Divino de la muerte. Pau, espera que se lo cuente a mi compi Lasso, que le va a encantar. Qué diver… O sea. ¿Y qué me pongo? Uy, qué nervios. O sea…

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