La mirada de los candidatos

Por la época de esta foto, Chabeli era aún Mª Isabel y Dimas ya era Dios, aunque ambos eran otros. Se les nota incluso en la pose, forzada, como si los hombros de Dimas se inclinaran hacia atrás para parecer un hombre recto y como si la mano derecha, aún pudorosa, de Mª Isabel, ocultara un rolex con números romanos.

Pocos hubiesen sospechado que el rostro angelical de Mª Isabel se transformaría en el de una trincona desmedida y muchos ya intuían que Dimas llevaba camino de convertirse (si es que no lo era ya) en el epicentro de un terremoto corrupto que asolaría Lanzarote en los siguientes veinte años.

Ya en 2010, después de saber qué defendían y para quién trabajaban realmente, después de haber visto sus caras desencajadas entrar en la prisión de Tahíche, y de pasar la vergüenza pública de saberse descubiertos (por más que sus compañeros de partido y sus cómplices políticos traten de encubrirlos), nos toca prepararnos para el aluvión de propaganda electoral que veremos dentro de unos meses.

En ese momento será conveniente fijarse en las miradas de los candidatos, no vaya a ser que encontremos en ellas los mismos deseos y objetivos que los de este par de divinidades venidas a menos.

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