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polvos

El que quiera recordar qué hacía Dimas Martín en Inalsa, que haga click aquí. Resumiendo: La empresa de aguas era el cortijo del PIL, dejó una deuda de 40 millones de euros (6.650 millones de las antiguas pesetas) y ahora los ciudadanos de Lanzarote vamos a pagar esa deuda a razón de una subida del 10% en la tarifa del agua.

Tras el paripé de la subida (los administradores proponen una subida del 40% que saben que nadie aceptaría y San Ginés aparece dos días después en plan salvador con una “ligera” subida de “sólo” el 10%), nos encontramos ante el que es, probablemente, el caso más evidente en la historia de Lanzarote de cuánto nos cuesta a los ciudadanos la corrupción.

Esta es la herencia de los sinvergüenzas que han gobernado Inalsa, que no han tenido ni la más mínima decencia para respetar lo que para los lanzaroteños es más sagrado: el agua. Si a alguien le apetece ir a pegarle fuego al Cabildo, que nos avisen, que nosotros llevamos la gasolina.

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