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Creado en 14 Septiembre 2011 0 Comentarios

Hacia el estallido social

peinadosangines

La llegada de Pedro San Ginés a la presidencia del Cabildo en 2005 trajo consigo un hecho insólito en la reciente historia democrática lanzaroteña, ya que hasta ese momento nunca nadie le había visto las orejas debido a un corte de pelo que pronto se tornó incompatible con las funciones de máximo representante insular.

El Agitador ha reunido a Juan “el Rulas”, experto en marketing político y a Pablo el peluquero para que analicen la trayectoria capilar y política del presidente, y estas han sido las conclusiones.

“La historia de Pedro San Ginés podría resumirse en la de un hombre que nunca se quiso cortar un pelo, pero al que la realidad terminó por imponérsele”, así opina “El Rulas”, que lleva más de 25 años asesorando a cargos públicos en Teseguite y Tao. “En el mundo del marketing político, todo el mundo sabe que un flequillo y unas orejas tapadas es un suicidio en términos electorales y de credibilidad. Después no te puedes quejar de que te acusen de no escuchar o de no tener dos dedos de frente”, aseguró.

Pero no queda ahí la cosa en cuanto a la trascendencia política de un corte de pelo. “En un momento de máxima debilidad económica como el que estamos atravesando, donde la prioridad es tranquilizar a los mercados, una política de cambio constante de peinado puede ser interpretada por los especuladores financieros como una señal de desconfianza”, señaló “El Rulas”.

Por su parte, Pablo el peluquero defiende los pasos que ha ido dando el presidente: “han sido cambios necesarios y pertinentes, máxime cuando estamos hablando de un hombre que se mueve en moto y que, por tanto, usa casco”. Una cuestión que preocupa mucho a este veterano peluquero de Arrecife: “Siempre se ha dicho que un político serio no debería ir en moto, porque una foto con casco te puede arruinar la vida política si cae en manos de algún desaprensivo”.

Pero al margen de la opinión de los especialistas, lo cierto es que en la calle se están viviendo ciertos momentos de tensión por este asunto, e incluso Democracia Real Ya Lanzarote está estudiando la posibilidad de incluirlo en su manifiesto reivindicativo. Pedro Alcántara, representante del colectivo en la isla, lo ha dejado claro: “Es una vergüenza. Con el paro que hay en la isla y este hombre se dedica a ir un año sí y otro también al peluquero, como si no hubiese inversiones más necesarias en Lanzarote. Pero claro, como todo se hace con dinero público, a ellos no les duele”.

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