Menudo follón ha armado el alcalde de Tinajo, Suso Micromachine, porque el Cabildo no haya puesto este año dinero para los autos sacramentales de las fiestas de Los Dolores, un acto religioso humilde y austero, como suele ser habitual en la iglesia católica, que sólo cuesta la friolera de 30.000 euros (y Cáritas a dos velas).
Dicen las malas lenguas que la defensa a ultranza que hace Suso del acto no proviene tanto de su vocación religiosa como de que todo lo que lleve incluida la palabra “auto” ya le pone palote, y que podría utilizarlo para seguir vendiendo su particular moto del circuito de rallies en Tinajo.
La nota divertida la puso Toñito Marginal, que pidió a los romeros que, “pacíficamente” (¿es que hay otra manera?), lleven pancartas pidiendo que los autos sacramentales se desarrollen todos los años. Sería una risa hacer una encuesta a los romeros para ver cuántos saben lo que son los autos sacramentales. Lo que está claro es que, a falta de chupar del ayuntamiento de Arrecife, los titerroygatos están buscando nuevas causas para seguir haciendo caja.