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Creado en 11 Abril 2008 0 Comentarios

El pastel de La Bufona

pastelbufona

El Caso Bufona sigue siendo noticia gracias a las ganas de batallar de su héroe principal, Gonzalo Muralla, quien ha decidido denunciar ante el Consejo General del Poder Judicial el “retraso injustificado” en la tramitación de ese procedimiento por parte de la juez titular del Juzgado de primera instancia nº 2 de Arrecife.

Muchos la recordarán por ser la triste protagonista de uno de los episodios judiciales más sorprendentes de la isla, al condenar a la revista Cuadernos del Sureste, a solicitud de Felipil Fernández Camelo, por llamarlo corrupto (todavía hay quien piensa que realmente se quedaron cortos).

Sigue empeñada la buena señora en no destacar por sus virtudes, que alguna tendrá, por muy escondida que la tenga. En el asunto de La Bufona lleva quince meses sin mover el procedimiento, cuando la media nacional en este tipo de asuntos es de 7,9 meses.

Cabe recordar que se trata de un asunto en el que podrían estar involucrados la ex alcaldesa de Arrecife, Chabeli Déniz, y el mismo Fernández Camelo como ex secretario del Ayuntamiento, y que hablamos de un plan parcial en el que se encuentra la vivienda del Fiscal Jefe de Lanzarote, Miguel Callaré (sobrino político de Fdez. Camelo).

Además, el proceso penal contra los promotores del plan parcial, a pesar de llevar abierto desde el año 2000, continúa en diligencias previas. En todos estos años, no han declarado los compradores de las viviendas y la Fiscalía ni siquiera ha comparecido a la toma de declaración de los imputados. Y resulta que en el juez responsable de este procedimiento penal concurre la feliz y casual coincidencia de ser el marido de la juez titular del Juzgado nº 2. Y no sean mal pensados, no cabe descartar que tengan acordado no hablar en casa del trabajo, de manera que no es inverosímil que uno no sepa lo que lleva el otro.

Lo cierto es que, tratándose de un caso con unos afectados tan particulares, la Justicia debiera, si no ser más diligente, al menos no más perezosa que de costumbre, pues podría dar lugar a que los malpensados de siempre crean que el hecho de que la vivienda del fiscal esté incluida en ese plan parcial pueda tener algo que ver con los retrasos del procedimiento.

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