Lancelot se diluye en Lanzarote
EL GRUPO MEDIÁTICO HA PERDIDO UN 77% DE CREDIBILIDAD
Como un azucarillo en una taza de café, la credibilidad del grupo Lancelot se diluye en Lanzarote. Y es que si, en los años 80 y 90 fue un referente del periodismo insular y un firme defensor de la sostenibilidad, desde la entrada en el accionariado del empresario Juan Francisco Rosa la línea editorial cambió 180 grados y el prestigio del grupo de comunicación se ha desplomado hasta alcanzar niveles preocupantes. En concreto, el espacio Café de Periodistas ha sido el más castigado por los espectadores y ha visto reducida su credibilidad en un 77% en los últimos diez años, lo que supone que ya solo creen lo que dicen los familiares más directos de los contertulios.
“Yo es que veo a Jorge Coll y enseguida me acuerdo de Felipe González y su bañador amarillo, se ha echado a perder igual, por el cochino dinero”, dice Carmela Pegó, asidua espectadora de Lancelot aunque asegura que lo ve “porque a veces dicen la verdad en la sección de deportes, pero tampoco me fío mucho”. Según esta vecina, “se ve claro que estos chicos se han vendido a los intereses particulares de su dueño, pero a veces se les va un poco la olla y tratan a los televidentes como auténticos sorullos”.
Otro espectador habitual de Café de Periodistas, Severino Medioflato, piensa que “los contertulios parecen robots porque todos opinan casualmente lo mismo. Hay veces que lo veo solo para reírme de lo patéticos que son sus argumentos para defender a Rosa. Cuando tocan un asunto del jefe lo que hace es insultar a la inteligencia, aunque en realidad me lo tomo como si fueran un medio de humor. Me parece estupendo que se estén diluyendo”.
La realidad es que en los últimos años el número de lectores y espectadores se ha reducido de manera significativa, si bien el grupo mediático se mantiene a flote gracias a las cuantiosas subvenciones públicas que recibe. “Nosotros tenemos una misión muy clara, y es presionar para que los intereses de Juan Francisco Rosa, que tiene muchísimos problemas legales, sean acogidos con cariño por parte de los ciudadanos. Por eso lo presentamos continuamente como una víctima, porque no puede ser que este prócer de la isla acabe en la cárcel por una tontería de metros de más de una bodega”, asegura un cargo de Lancelot que por razones obvias prefiere mantenerse en el anonimato.
Comentarios
Veo a Martinon algun titular, al resto cambio por "Higiene mental"