Así es. Carlos de hor-Inza, uno de los grandes desinformadores radioafónicos de la isla, abandonó su espacio de la mañana dejando a un puñado de desconsolados oyentes sin su dosis de mala leche matutina.
Considerado por muchos como el Jiménez Losantos de Lanzarote, tanto por su estilo como por la fiabilidad de algunas de sus informaciones, lo cierto es que para quienes les gustaba empezar el día con las venas del cuello como chorizos de Chacón, la marcha de hor-Inza será una pérdida irreparable.
Aunque la despedida se debe a una reestructuración del grupo Archipiélago, a hor-Inza le faltó el tiempo para proclamar a los cuatro vientos, cual Escarlata O´Hara, que la decisión era fruto de su carácter indomable y su quijotesca propensión a decir las “verdades” altas y claras.
Desde El Agitador queremos agradecerle sus palabras siempre respetuosas y cariñosas hacia nosotros, en especial cuando nos llamaba panfletucho, calificativo que supera con mucho nuestra opinión hacia la revista.