La noticia saltó hace un par de días en Crónicas de Lanzarote y ha causado una gran conmoción en la isla. El fiscal jefe Miguel Callaré se manda a mudar a Las Palmas de Gran Canaria por razones “personales y profesionales”.
En Las Palmas se han convocado varias manifestaciones en contra del traslado, y colectivos ecologistas de Gran Canaria ya han anunciado fuertes movilizaciones de consumarse la decisión del fiscal.
Por su parte, el afectado ha negado que su deseo esté vinculado a “rumores e historietas” que circulan en la calle (¡ay, las malas lenguas!), y mientras se autodefine como “un viajero nato” (como lo demuestra el hecho de que lleve residiendo en Lanzarote sólo 12 años), cree que “ya es hora de cambiar” (en eso estamos totalmente de acuerdo).
Las reacciones en Lanzarote han sido variopintas. Mientras la mayoría de ciudadanos han suspirado aliviados al conocer la noticia, un llanto desesperado parecía escucharse tras los muros de la casa de Felipil Fdez. Camelo, que ve como un familiar cercano y especial se va de la isla.