La Voz de Lanzarote publicó el pasado domingo el camino de obstáculos que, a lo largo de este último año, ha recorrido el juez del caso Unión, César Romero Pamparacuatro. Y es que cuando se hace bien un trabajo pero perjudica los intereses de los de arriba, ya se sabe lo que pasa.
Ante la sobrecarga de trabajo en un Juzgado que ya de por sí estaba saturado, solicitó un refuerzo que no llegó aunque la petición contaba con el beneplácito de los órganos judiciales. El Ministerio de Justicia, pese al lógico carácter urgente de la solicitud, tardó seis meses en dar una negativa pese a que había sido aprobada primero por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias y después, incluso, por el Consejo General del Poder Judicial.
Al tiempo, le abrieron un expediente interno por un retraso al dictar una sentencia en una causa de su anterior juzgado. Como cita La Voz, tras analizar el caso, los órganos de inspección del Consejo se pronunciaron proponiendo que el expediente fuera archivado pero, pese a ello, se siguió tramitando. Ahora, una vez más, el instructor ha vuelto a proponer su archivo, al considerar que el retraso estaba justificado por el volumen de trabajo del juzgado, el alto porcentaje de resolución de causas penales y civiles y la sobrecarga añadida que supone la instrucción del caso “Unión”.
Y las guindas llegaron cuando el objetivo de la investigación reparó en la hermana de Carolina Déniz, la Viceconsejera de Justicia del Gobierno de Canarias. Primero porque, al parecer y como se está investigando, se filtró su detención, lo que pudo haber obstruido la investigación. Y después, la traca final, con la excarcelación sorpresa de la niña bonita de Coalición Canalla por parte de la Audiencia Provincial.
El poder y el dinero se siguen defendiendo como gato panza arriba de la oleada de evidencias de corrupción que nos regalaron la operación Unión y el trabajo del juez y los fiscales. Pero hay otra isla, que se ve menos porque no es dueña de medios de comunicación, que está con la Justicia. Y esa isla está con quienes se dejan la piel y la salud por limpiar nuestra isla.