Imagina que eres un empresario turístico poderoso. Que siempre has hecho lo que has querido a base de comprar voluntades. Todos tus negocios han salido adelante a base de talonario. Crees firmemente que todo se puede comprar con dinero, y que el único problema es el precio.
Imagina que te enfrentas con alguien que ni se vende ni se compra. Que te denuncia tus hoteles ilegales. Que defiende el patrimonio que tú tratas de cargarte para seguir haciéndote de oro. Alguien con los recursos necesarios para poner realmente en aprietos algunos de tus negocios.
Imagina que tienes un medio de comunicación. Que tus redactores creen que eres dios y besan por donde pisas. Que olvidaron hace tiempo lo que es la ética periodística y la dignidad. Que arrastran su profesión haciendo el ridículo ante los ojos de cualquiera que pueda ver la sumisión que muestran al poder del dinero.