Ya que nos estamos haciendo famosos por nuestros continuados casos de corrupción, al menos que esta sea de la máxima calidad y mantenga nuestras señas de identidad. Este parece ser el Leitmotiv de un nuevo organismo que vendrá a garantizar que las continuas ilegalidades que cometen nuestros representantes públicos cumplan con unos estándares mínimos que permitan su certificación como “Chanchullo made in Lanzarote”.
El Consejo Regulador de la denominación de origen de la corrupción lanzaroteña será presentado en sociedad dentro de unos días por una amplia representación de su junta directiva, que estará integrada tanto por políticos de gran experiencia como por algunas de las jóvenes promesas de la corrupción insular.
El nuevo Consejo tendrá dos presidentes de honor, Dimas Martín y Honorio García Bravo, y tendrá como directivos a históricos como Miguel Martín, María Isabel Déniz, Segundo Rodríguez, Juan Pedro Hernández, José Francisco Reyes o José Juan Cruz, que compartirán responsabilidades con jóvenes valores como José Miguel Rodríguez o Javier Betancort.
Además, el consejo regulador contará con un órgano asesor formado por especialistas en la materia ajenos a la política, como Felipe Fernández Camero, Manuel García Déniz, Ignacio Díaz de Aguilar, Ignacio Calatayud, Jorge Coll, Juan Francisco Rosa o Rafael Lasso.
“Este organismo dará un gran impulso a nuestra sólida industria delictiva y le auguro un gran futuro”, comentó María José Docal. Por su parte, Fabián Martín ha demandado un mayor peso de miembros del PIL dentro del Consejo “por el papel determinante” jugado por su partido en la creación de este nuevo órgano.