Justo cuando creíamos que la campaña electoral no rebasaría los niveles habituales de degeneración, aparece el dueño de la empresa que gestiona el mundial de Fórmula 1, Bernie Ecclestone (que sufre el llamado efecto Pertegaz: hombres que al envejecer se convierten en mujeres viejas) para convertirse en la propuesta estrella del Partido Popular Valenciano: sólo si gana el PP, Valencia será sede de una prueba del mundial de velocidad.
En Lanzarote, esta modalidad ya la acuñó a su manera el alcalde de Tinajo y candidato de nuevo a la reelección por Coalición Canalla, Chuso Micromachine, que defiende la construcción “por sus huevos” de un circuito de rallies en el municipio.
Hasta ahora, esta práctica era habitual en las elecciones a la presidencia de los equipos de fútbol (“si gano ficharé a Ronaldo y a Capello”), pero que en el mundo de la política empecemos con estas historias es como para preocuparse seriamente.
Porque detrás del deporte (droga blanda del mundo masculino), vendrán las drogas del mundo femenino, y no tardaremos en escuchar a una candidata del partido X prometer que, si gana las elecciones, logrará que Isabel Pantoja o Tamara se vengan a vivir a Arrecife para darle glamour a la ciudad.
Total, con lo años que llevamos de aborregamiento rosa-deportivo en la tele, ¿a quién escandalizará un poco de espectáculo mediático en el aburrido panorama de la campaña electoral?