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- En serio, Pedro, deja que yo te escriba el discurso.

- Que no, Espe. Mira, escucha esto y flipa: “recuerden que el otro día estuvieron golpeando nuestras puertas con mazas de hierro las salvajes hordas de la industria petrolera”. ¿A que se te ponen los pelos de punta?

- Pedro, es el discurso del Día de Canarias. El auditorio de Los Jameos estará lleno de gente que ha ido a ver el espectáculo de Toñín. Yo no lo veo.

- Espera, espera, escucha esto que se nos ocurrió anoche a Inza y a mí: “hay que declarar a las islas de interés general frente al objetivo de las fuerzas de la crispación de paralizarlas para supuestamente salvarlas tomando como referencia a la revolución bolivariana que terminaría de dinamitarlas, y todo con el único fin de figurar y acaparar páginas editoriales”. ¿Qué? Potente, ¿no?

- Pedro, ¿estás bien? Te veo cansado.

- Que no, lo que pasa es me cuesta conciliar el sueño desde hace unos meses.

- ¿De verdad quieres nombrar a los podemitas en el discurso institucional del Día de Canarias?

- No los nombro, solo hago una referencia.

- Pedro, en serio, ¿qué está pasando?

- Nada... de verdad... nada... bueno... a ver... nos han llegado unas encuestas y... en serio...nada, no pasa nada.

- Pedro, necesitas dormir.

- ¡Ya lo sé, joder! ¿Te crees que no lo sé? ¡Pero me tienen frito! Primero me imputan, después me denuncian en la fiscalía con lo de la facturas que pagué de aquella manera, me revientan la inauguración del Museo Atlántico, luego lo del coche oficial y ahora lo de José Juan Lorenzo. ¿Cómo carajo quieres que duerma?

- Mira, en serio, necesitas un descanso. Deja que yo me encargue del discurso. Ponemos un par de referencias a Manrique y su legado y quedará muy bien.

- ¡Ah, no! ¡A ese ni nombrarlo! Ya lo hice cuando lo del museo submarino y me abuchearon de mala manera. A Manrique ni mentarlo, ya dirá algo Clavijo de él.

- Vale, entonces podemos quitar lo de las hordas y lo de la revolución bolivariana, ¿verdad?

- ¡NO! ¡NO PODEMOS!

- Perdoona, quería decir que quedaría mejor si no lo incluimos, ¿no crees?

- ¡Estoy harto de que la gente diga “podemos”! ¿Es que no hay más verbos o qué?

- Que sí, Pedro, no volverá a pasar.

- Pues nada, se queda como está. Con las hordas y con los bolivarianos incluidos.

- Pedro, la gente no lo va a entender. Y otra cosa. De verdad que te lo digo por tu bien. Deja de llevarte el Volvo del Cabildo, por favor. La gente ahora está más pendiente y no conviene que te vean. Lo digo por tu bien. No querrás que las encuestas vaya a peor, ¿no?

- Pero... pero... vamos a ver... ¿Tú sabes cuánto me importa que la gente piense que soy un caradura? ¿Tú sabes cuánto me importa esta isla? Tres pelos del culo, Espe. Y ahora déjame, tengo cita con mi espejo y no me gusta ser impuntual.

 

 

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Comentarios  

 
#1 Jordán 02-06-2016 13:53
A cada cerdo le llega su San Martín. Sólo hay que esperar a que vayan pasando las hojas del calendario mientras amanece cada día con cada cual en su lugar.
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