Menos lucha y más ducha

Otro de los culebrones del verano lo ha protagonizado el asunto del centro comercial Tangana Centro. Como ven en la imagen, se trata del típico establecimiento modelo búnker, muy a la moda en la alemania de los años 40 (bajo tierra, claro), con salida y entrada junto a la rotonda del hospital general. Para darle un premio al arquitecto, vamos.

Pero la sustancia del tema está en que, al parecer, algunos empresarios se han levantado en armas al denunciar que el centro comercial carece de los permisos pertinentes para su construcción, pues les ha parecido indignante la posibilidad de que no sólo ellos se puedan pasar la ley por la entrepierna.

Así, las tropas de la Rosa Nostra, bien organizadas, han bombardeado a los Spinoleros desde varios frentes. La Federación de Empresarios de la Mamada, Felatiopyme, lanzó un ataque feroz mientras el panfleto oficial del frente, el Lamelot, dedicaba grandes portadas al escándalo (con el mismo rigor y sentido del deber cumplido que cuando lo de las obras ilegales del puerto deportivo Rubina Maricón). Por la retaguardia, Coalición Canalla aprovechó que pasaba por allí y también mandó un par de cañonazos.

Quizá acabaríamos antes si el Cabildo tramitara ya una Ley de Excepcionalidad a los Empresarios Conejeros, de modo que sea legal para ellos hacer las obras que la ley no permite. Así nos ahorraríamos un montón de dinero en pleitos y denuncias que al final sólo sirven para demostrar que algunos empresarios están más interesados en ganar cuotas de poder que en colaborar para tener una isla mejor (para todos).

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