El Agitador regalará un cesto de higos picones a la consejera de Educación, Milagros Luis Brito, recién llegada ella —'’yo no sé nada'’— y al ex consejero Isaac Godoy, recién ido él —'’yo ya me fuí'’—, no para su degustación, sino para que se sienten sobre ellos, porque tras largos años de olvido educacional en las islas menores, ya ha producido en Lanzarote un estado etílico-comatoso.
Las aulas a reventar (instituto César Manrique), profesores descontentos (por la dejadez burocrática del Gobierno canario) y materiales y recursos insuficientes o nulos (como los módulos superiores, que no han recibido ni un solo utensilio de trabajo, oíga, ¡ni uno solo! y este es el tercer año que se imparten) son la tónica habitual en las aulas de la Isla.
Mientras Paco Lobatón sigue buscando los materiales, sigamos quejándonos del fracaso escolar de nuestros hijos-as (y todavía andan discutiendo los empresarios y el Gobierno sobre cómo invertir los miles de millones de RIC que se han ahorrado de impuestos).