En el ranking de imputaciones por familias en el caso Unión, la que de momento se ha situado en primera posición es, de manera destacada, la familia Becerra.
Fernando Becerra cuenta con cuatro imputaciones, dos por cohecho y dos por tráfico de influencias. Fue él quien intentó untar a Carlos Espino para que arreglara el asuntillo urbanístico de Lleó y Juan Francisco Rosa en Playa Blanca.
Por su parte, Ubaldo Becerra, que también es récorman individual de imputaciones, cuenta con un total de 13. De ellas, 6 son por tráfico de influencias (lo que ya se denomina atasco de influencias), 3 por cohecho (¡venga a untar!), además de exacciones ilegales, prevaricación administrativa, asociación ilícita y actividades prohibidas a funcionarios. Vamos, que el muchacho aprovechó el tiempo en su puesto de concejal del Ayuntamiento de Arrecife y se ha mostrado como un alumno aventajado dentro del PIL.
De fondo, Caco Becerra aún no cuenta con ninguna nominación, ya veremos si por pura suerte o porque tuvo más cuidado que sus hermanos. Por buena conducta no creemos que sea.
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