Justo cuando creíamos que la fauna que nos gobierna ya no podía sorprendernos más, llegó el Gobierno de empresarios Canarios y aprobó el nuevo Descatálogo de Especies Protegidas de Canarias. No hace falta decir que en el nuevo Descatálogo ha desaparecido casualmente la especie protegida que impedía la construcción del disparatado puerto de Granadilla.
Y es que cuando una obra tiene de presupuesto 133 millones de euros, el tamaño del pastel es demasiado grande como para que una leyecita de especies protegidas lo ponga en peligro.
A un año de las elecciones, la época es propicia para llevar al límite el descaro de nuestros gobernantes depredadores, y que lo estén dando todo de cara a llenar la hucha propia y la del partido.